4.21 ¿Por qué elegir el celibato si las personas están tan bien preparadas para el matrimonio?
El matrimonio y el celibato son dos caminos que un cristiano puede seguir para ser fructífero según Dios lo mandó (Gen. 1:28)Gen. 1:28: Dios los bendijo, y Dios les dijo, " Sed fructíferos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; y dominar a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se mueven sobre la tierra".. En el matrimonio un hombre y una mujer se dedican mutuamente en el amor. En el celibato, una persona se dedica únicamente al amor por Dios, sin tener relaciones sexuales.
Gracias a este compromiso, una persona que ha elegido el celibato está preparada para lo que Dios le pueda pedir, cuando y donde sea. Los padres, hermanos y hermanas quienes dedican sus vidas a Dios han encontrado la felicidad en sus vidas. Puedes considerar esto como un anticipo del cielo, donde nadie puede casarse.
¿Cómo está formado el Pueblo de Dios?
En la Iglesia, por institución divina, hay ministros sagrados, que han recibido el sacramento del Orden y forman la jerarquía de la Iglesia. A los demás fieles se les llama laicos. De unos y otros provienen fieles que se consagrande modo especial a Dios por la profesión de los consejos evangélicos: castidad en el celibato, pobreza y obediencia. [CCIC 178]
¿Qué es la vida consagrada?
La vida consagrada es un estado de vida reconocido por la Iglesia; una respuesta libre a una llamada particular de Cristo, mediante la cual los consagrados se dedican totalmente a Dios y tienden a la perfección de la caridad, bajo la moción del Espíritu Santo. Esta consagración se caracteriza por la práctica de los consejos evangélicos. [CCIC 192]
¿Qué aporta la vida consagrada a la misión de la Iglesia?
La vida consagrada participa en la misión de la Iglesia mediante una plena entrega a Cristo y a los hermanos, dando testimonio de la esperanza del Reino de los Cielos. [CCIC 193]
¿Se exige el celibato para recibir el sacramento del Orden?
Para el episcopado se exige siempre el celibato. Para el presbiterado, en la Iglesia latina, son ordinariamente elegidos hombres creyentes que viven como célibes y tienen la voluntad de guardar el celibato “por el reino de los cielos”(Mt 19, 12); en las Iglesias orientales no está permitido contraer matrimonio después de haber recibido la ordenación. Al diaconado permanente pueden acceder también hombres casados. [CCIC 334]
¿Cómo está estructurada la Iglesia una, santa, católica y apostólica?
En la Iglesia hay laicos y clérigos (clero). Como hijos de Dios tienen la misma dignidad. Tienen misiones de igual valor, pero diferentes. La misión de los laicos es orientar el mundo entero hacia el reino de Dios. Junto a ellos están los ministros ordenados (clérigos) con los ministerios del gobierno de la Iglesia, de la enseñanza y de la santificación. En ambos estados de vida hay cristianos que, en castidad, pobreza y obediencia, se ponen de modo especial al servicio de Dios (por ejemplo, los religiosos).
Todo cristiano tiene la misión de testimoniar el evangelio con la propia vida. Pero Dios traza un camino propio para cada persona. A unos los envía como laicos, para que construyan el reino de Dios en medio del mundo, en la familia y en el trabajo. Para ello cuentan con los dones necesarios del Espíritu Santo en el Bautismo y la Confirmación. A otros les encomienda el ministerio pastoral; tienen que gobernar, enseñar y santificar a su pueblo. Nadie se puede atribuir esta tarea; es el Señor mismo quien la concede y confiere la fuerza divina mediante el orden sagrado. De este modo pueden actuar en lugar de Cristo y dispensar los sacramentos. [Youcat 138]
¿Por qué quiere Jesús que existan personas que vivan para siempre una vida en pobreza, castidad y obediencia?
Dios es amor. Él desea también nuestro amor. Una forma de entrega amorosa a Dios es vivir como Jesús, pobre, casto y obediente. Quien vive así tiene la cabeza, el corazón y las manos libres para Dios y para toda la humanidad.
No faltan nunca personas que se dejan conquistar totalmente por Jesús, de modo que, “por el reino de los cielos”(Mt 19,12), lo dejan todo por Dios, incluso dones tan hermosos como la propiedad privada, la autodeterminación y el amor conyugal. Esta vida según los consejos evangélicos en pobreza, castidad y obediencia muestra a todos los cristianos que el mundo no lo es todo. Sólo el encuentro “cara a cara” con el Esposo divino hará feliz al ser humano de modo definitivo.[Youcat 145]
¿Por qué la Iglesia exige a los presbíteros y obispos una vida célibe?
Jesús vivió célibe y con ello quiso expresar su amor indiviso a Dios Padre. Asumir la forma de vida de Jesús y vivir en castidad “por el reino de los cielos”(Mt 19,12) es desde tiempos de Jesús un signo del amor, de la entrega plena al Señor y de la total disponibilidad para el servicio. La Iglesia católica latina exige esta forma de vida a sus obispos y presbíteros; las Iglesias católicas orientales únicamente a sus obispos.
El celibato, en palabras del papa Benedicto XVI, no puede significar “quedarse privados de amor, sino que debe significar dejarse tomar por la pasión por Dios”. Un sacerdote debe, como célibe, ser fecundo representando la paternidad de Dios y de Jesús. Además añade el Papa: “Cristo necesita sacerdotes que sean maduros y varoniles, capaces de ejercer una verdadera paternidad espiritual”. [Youcat 258]
Diles a mis hermanos en el nombre de Jesucristo que amen a sus esposas como el Señor ama a la Iglesia. Si alguien puede perseverar en la castidad por el honor de la carne del Señor, que lo haga con toda humildad... Hágase todo para la gloria de Dios. [San Ignacio de Antioquía, Carta a San Policarpo (MG 5, 724)]