3.21 ¿Cuáles son los «lugares» más importantes en una iglesia?
Tres objetos juegan un papel tan importante en la Misa que se les ha dado lugares permanentes en el templo, en la edificación de la iglesia. El altar tiene una posición central en la iglesia y simboliza a Jesús, la "piedra viva" sobre la cual está construida la Iglesia (1ª Pd 2: 4)1ª Pd. 2:4 Vengan a él, a la piedra viva, rechazada por los hombres, pero elegida y preciosa ante los ojos de Dios..
El ambón o atril es el lugar donde leemos la Biblia, la Palabra de Dios. A la silla del celebrante (generalmente un sacerdote) también se le da un lugar especial. Durante la liturgia, el celebrante presenta a Dios al pueblo, y presenta al pueblo a Dios. Al margen de la misa, el lugar más importante está reservado para el tabernáculo, la hermosa bóveda donde se conserva el "pan", las Hostias que son el Cuerpo de Jesús.
¿Qué lugares litúrgicos caracterizan la casa de Dios?
Los lugares principales de una iglesia son el altar con la cruz, el tabernáculo, la sede del celebrante, el ambón, la pila bautismal y el confesionario. El altar es el centro de la iglesia. Sobre él se hace presente el sacrificio de la Cruz y la Resurrección de Jesús en la celebración de la Eucaristía. Es también la mesa a la que es invitado el Pueblo de Dios. El tabernáculo, una especie de caja fuerte sagrada, alberga, en un lugar lo más digno posible y destacado de la iglesia, el Pan eucarístico en el que está presente el mismo Señor. La lamparilla del sagrario señala que el tabernáculo está "habitado". Si no está encendida, es que el tabernáculo está vacío. La sede elevada (en latín cathedra) del obispo o del sacerdote debe indicar que es en definitiva Cristo quien preside a la comunidad. El ambón (del griego anabainein = ascender), el atril para la lectura de la Palabra de Dios debe permitir reconocer el valor y la dignidad de las lecturas bíblicas como palabra del Dios vivo. En la pila bautismal se bautiza y la pila de agua bendita debe recordarnos nuestras promesas bautismales. El confesionario o sala penitencial está para poder reconocer la culpa y recibir el perdón. [Youcat 191]
Se debe prestar una atención especial al ambón como lugar litúrgico desde el que se proclama la Palabra de Dios. Ha de colocarse en un sitio bien visible, y al que se dirija espontáneamente la atención de los fieles durante la liturgia de la Palabra. Conviene que sea fijo, como elemento escultórico en armonía estética con el altar, de manera que represente visualmente el sentido teológico de la doble mesa de la Palabra y de la Eucaristía. Desde el ambón se proclaman las lecturas, el salmo responsorial y el pregón pascual; pueden hacerse también desde él la homilía y las intenciones de la oración universal. [Papa Benedicto, Verbum Domini, n. 68]