2.49 ¿Qué sucedió después del Concilio Vaticano II?
La mayoría de la gente estaba entusiasmada con el hecho de poner en práctica las nuevas ideas del Concilio Vaticano II. En algunos países, incluidos los Países Bajos, el enfoque en el cambio era a veces excesivo, con la innovación convirtiéndose en una meta por derecho propio en lugar de un medio para fortalecer la fe en Jesús.
Cabe destacar que particularmente en este período un grupo relativamente grande de sacerdotes y religiosos rompió sus votos y se retiró de su vocación religiosa. Sin embargo, muchas nuevas congregaciones y movimientos laicos también se establecieron después del Concilio. Muchas de estas congregaciones y movimientos están conscientemente enfocadas en difundir el Evangelio de Jesús.
Se puede afirmar que el cristianismo trajo al mundo con su nacimiento el principio de la libertad de religión. Sin embargo, la interpretación de este derecho a la libertad en el contexto del pensamiento moderno en cualquier caso era difícil, pues podía parecer que la versión moderna de la libertad de religión presuponía la imposibilidad de que el hombre accediera a la verdad, y desplazaba así la religión de su propio fundamento hacia el ámbito de lo subjetivo. Fue ciertamente providencial que, trece años después de la conclusión del concilio, el Papa Juan Pablo II llegara de un país en el que la libertad de religión era rechazada a causa del marxismo, es decir, de una forma particular de filosofía estatal moderna. [Papa Benedicto XVI, Reflexiones sobre el Vaticano II, 2 Agosto 2012]