1.34 ¿Creó Dios el mal? ¿Qué tiene esto que ver con mis pecados?
Nos parece incomprensible que Dios no intervenga cuando ocurren cosas malas. Todo mal es contrario a su gran amor. Como seres humanos, no podemos comprender el origen del mal. Una explicación parcial es que nosotros, los seres humanos, que fuimos creados por Dios para ser buenos, podemos hacer un uso incorrecto de nuestro libre albedrío.
Podemos elegir el bien (la Voluntad de Dios), pero también el mal. Cuando hacemos una elección equivocada, sabemos en el fondo que no estamos haciendo lo correcto: pecamos. Lo maravilloso es que Jesús vino a redimirnos de todos nuestros pecados por su muerte en la cruz (Rom 5:20)Rom. 5:20 Entró la ley para que aumentara el pecado; pero donde el pecado aumentó, sobreabundó la gracia aún más..
¿Qué es el pecado?
En el fondo el pecado es el rechazo de Dios y la negativa a aceptar su amor. Esto se muestra en el desprecio de sus mandamientos.
El pecado es más que un comportamiento incorrecto; tampoco es una debilidad psíquica. En lo más hondo de su ser, todo rechazo o destrucción de algo bueno es el rechazo del Bien por excelencia, el rechazo de Dios. En su dimensión más honda y terrible, el pecado es la separación de Dios y con ello la separación de la fuente de la vida. Por eso también la muerte es la consecuencia del pecado. Solamente en Jesús comprendemos la inconmensurable dimensión del pecado: Jesús sufrió el rechazo de Dios en su propio cuerpo. Tomó sobre sí la violencia mortal del pecado, para que no nos toque a nosotros. Para ello tenemos la palabra Redención. [Youcat 67]
Si Dios es omnipotente y providente, ¿por qué existe el mal?
A esta pregunta tan dolorosa como misteriosa solamente todo el conjunto de la fe cristiana puede constituir una respuesta. Dios no es de ninguna manera – directa o indirectamente – la causa del mal. Él ilumina el misterio del mal en su Hijo Jesucristo quien murió y resucitó para vencer ese gran mal moral, el pecado humano, el cual es la raíz de todos los males. [CCIC 57]
¿Por qué Dios permite el mal?
La fe nos da la certeza de que Dios no permitiría el mal si no hiciera salir el bien del mal mismo. Esto Dios lo ha realizado ya admirablemente con ocasión de la muerte y resurrección de Cristo: en efecto, del mayor mal moral, la muerte de su Hijo, Dios ha sacado el mayor de los bienes, la glorificación de Cristo y nuestra redención. [CCIC 58]
¿Es realmente el Bautismo el único camino para la salvación?
Para todos los que han recibido el Evangelio y han conocido que Cristo es "el camino y la verdad y la vida" (Jn 14,6), el Bautismo es el único acceso a Dios y a la salvación. Al mismo tiempo es cierto, sin embargo, que Cristo murió por todos los hombres. Por eso pueden salvarse también quienes no tuvieron oportunidad de conocer verdaderamente a Cristo ni la fe, pero, con la ayuda de la gracia, buscan a Dios con un corazón sincero y llevan una vida según su conciencia (el llamado Bautismo de deseo).
Dios ha vinculado la salvación a los Sacramentos. Por ello la Iglesia debe ofrecerlos incansablemente a los hombres. Abandonar la misión sería traicionar el encargo de Dios. Pero Dios mismo no está sujeto a los sacramentos. Allí donde la Iglesia -sea por su culpa o sea por otras razones- no llega o no tiene éxito, Dios mismo abre a los hombres otros caminos para la salvación en Cristo. [Youcat 199]
Dios es fiel a su designio eterno incluso cuando el hombre, empujado por el Maligno y arrastrado por su orgullo, abusa de la libertad que le fue dada para amar y buscar el bien generosamente, negándose a obedecer a su Señor y Padre. [Papa Juan Pablo II, Reconciliación y Penitencia, n. 10]